Para realizar su trabajo como diputado, Bolívar Valera plantea entre otras cosas proponer una Ley que permita un marco regulatorio para las actividades artísticas y culturales, donde específicamente protejan e incentiven a los técnicos y artistas no formalizados dentro de la industria, se trata específicamente de camarógrafos, pintores, escultores, maquillistas, comparseros, orquestas, grupos de música urbana y otras personas e instituciones que actualmente reciben algún tipo de remuneración pero que  no son reconocidos por el Estado, en razón de encontrarse fuera de la formalización, además se busca que esta Ley también pueda abarcar en términos generales a cada uno de los elementos económicos  que envuelven estas actividades (Ley Naranja)

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